Forma de gobierno directo del pueblo junto a sus representantes, por el cual los asuntos inherentes al espacio donde habita y la esencia de la vida, son proyectadas y ejecutadas por el pueblo reunido en asambleas de representación obligatoria con participación rotativa y las cuestiones inherentes a la constitución y funcionamiento del Estado son proyectadas y ejecutadas por políticos profesionales reunidos en una única Cámara de Representantes y por otros que conforman el Poder Ejecutivo, todos elegidos por el pueblo mediante la emisión de un voto personal, universal y no obligatorio, en tanto que las disputas, controversias y control de legalidad son resueltas y asumidas por un Poder Judicial integrado por jueces elegidos indirectamente, con un proceso de selección previa y mandato acotado.
Etimológicamente “democracia” es la "fuerza o energía del pueblo", en tanto que “demosarquía” es el “gobierno o liderazgo del pueblo”, excediéndose entonces con esta última palabra la autoridad que le otorga al pueblo la primitiva democracia, optimizándola y asignándole una expresa intervención al hombre común en la ejecutividad, control y toma de decisión en las cuestiones de gobierno, concediéndole un rol paralelo al de sus representantes y otorgándole derechos y obligaciones de administración directa de bienes y servicios públicos, haciéndolo responsable de la regulación en materias tales como educación, seguridad y medio ambiente del espacio en el que habita en forma primaria (familia, hogar) y, también, de aquél espacio en el que permanece varias horas (trabajo, estudio, profesión).
Se dispone así de una coexistencia con el sistema de representación para el gobierno de las temáticas de Estado, permitiendo a los representantes elegidos por voluntad popular libre no obligatoria, concentrarse en la creación, impulso y desarrollo de los objetivos políticos, económicos, estructurales y organizativos de largo alcance, creando un grupo de élite política que nos guíe, oriente y dirija, dejando al pueblo la administración de los temas que impactan directamente en su vida en el quehacer diario.
El pueblo no legisla en forma directa sino que lo hace a través de sus representantes, a los que, para tal tarea, otorga mandatos específicos emanados de asambleas. También se genera legislación por decisión propia de dichos representantes, manteniéndose en ello la estructura democrática. En ambos casos es el pueblo quien siempre regula el ejercicio de las normas que se dictan.
Comentarios
Publicar un comentario